Vistas de página en total

miércoles, 16 de febrero de 2011

CUENTO DEL MES (FEBRERO 2011)

LA GARZA Y EL CANGREJO

Al lado de un estanque que estaba lleno de peces, cangrejos y ranas, vivía una garza,  que un día sí, y otro también,  iba comiéndose un pez,  un cangrejo, o una rana.
Cuando los habitantes del estanque se dieron cuenta que eran la pitanza de la garza hicieron una reunión y concluyeron: -hagamos lo siguiente, cuando se acerque la garza nos vamos todos al fondo del estanque y así no podrá comernos.
Como habían acordado, así lo hicieron, y la garza estuvo muchos días sin poder llevarse un bocado a la panza. 
Los peces abajo, la garza arriba.
La garza al darse cuenta del ardid y con el buche vacío se quedó pensando e ideó un plan..
Se puso como si fuera una estatua a observar el estanque y haciendo que lloraba y el pico gacho, no pescaba ni un solo pez, ni un cangrejo, ni siquiera una rana pequeña.
Los peces abajo, la garza arriba.
Los habitantes del estanque cansados de estar abajo, y curiosos del comportamiento de la garza, decidieron preguntarle...
Garza ¿qué te ocurre? hace días que miras el agua del estanque y ya no nos comes ¿es qué te has vuelto vegetariana?
No, -contestó la garza fingiendo que lloraba-, estoy observando el estanque porque escuché hablar a los hombres y les oí decir que van a llenar este estanque de tierra para poder construir casas....
Todos quedaron boquiabiertos, ¿cómo? -Le preguntaron
Esa es una terrible noticia, ¿qué podremos hacer?
Bueno, yo soy solo una garza tragona que os ha estado comiendo, y receláis de mi, ( que es cuando no confías en lo que te dicen)  seguro que no me vais a creer y lo comprendo,  pero aquí cerca hay otro estanque más pequeño en donde podréis ir a vivir si así lo queréis.
¿Cómo?, -preguntaron todos al unísono-, somos habitantes del agua, no podemos ir al otro estanque.
Bueeeeno, -contestó la garza zalamera- yo podría iros llevando en mi pico, poco a poco, haría ese gran esfuerzo por vosotros, al fin de cuentas tantas veces viéndonos se me hace pequeñito el corazón de pensar que todos moriréis irremediablemente. - e interiormente (para que los incautos peces no se dieran cuenta) sonrió satisfecha -. 
Al oír esto, todos comenzaron a gritar: ¡llévame a mi, llévame a mi¡....
No os preocupéis dijo la garza – relamiéndose de gusto-  os llevaré a todos...
Agarró un puñado de peces con su pico y levantó el vuelo, pero en vez de ir a otro estanque lo que hizo fue volar a una gran roca y zampárselos a todos dejando solo las raspas...
Regresó y cogió mas peces y así hasta que le quedó la tripa llena
Al día siguiente hizo lo mismo y así durante varios días
Por fin le tocó el turno a un cangrejo viejo y grande, el mas grande de los del estanque.
Cuando la garza lo levantó en el aire, vio como el estanque se hacia pequeñito.  Buscó con la mirada otro lago pero no había mas que rocas por todas partes (los cangrejos tienen miedo a volar como es lógico)
Amiga garza -le dijo el cangrejo- ¿adónde me llevas? nos alejamos del agua ¿dónde queda ese otro estanque que nos has dicho?
Ha ha ha -rió la garza cruelmente- lo que voy a hacer es comerte, ¿ves aquella roca que está abajo? allí he llevado a todos los peces que salvé del estanque, a todos los he comido uno a uno y ahora te toca a ti, que me gusta  mucho la carne de cangrejo...
El cangrejo se asustó pensando que eran sus últimos momentos...solo se le ocurrió que tenía que luchar por su vida  y con las pinzas agarró el cuello de la garza y empezó a estrangularla.
¿Qué haces estúpido? – chilló la garza - ¿no ves que nos estrellaremos los dos?
Eres mala y mentirosa, has estado engañando a los peces del estanque, y ahora quieres comerme a mi, pero no lo permitiré, aunque muera podré salvar al resto de mis vecinos.
La garza intentó soltarse, pero el cangrejo apretó aun mas las tenazas y la garza sintiendo que le faltaba el aire, empezó a caer agitando las alas fuertemente...
Nnooo, su, suéltameeeee – jadeó mientras caían –
El cangrejo pensando en todos los habitantes del estanque que ya se había zampado la garza y en los que quedaban, no la soltó.
La garza desfallecida  por la falta de aire se estrelló en el suelo con el cangrejo aferrado a su cuello, y sin dejar de apretarla, el cangrejo esperó hasta que la garza murió. 
Se regresó (como buen cangrejo caminando hacia atrás) al estanque para informar a sus vecinos.
Al verlo llegar todos se extrañaron y le preguntaron que había pasado.
El cangrejo les contó lo ocurrido.
Desde entonces muy sabiamente cuando en ese estanque ven aparecer una garza siguen la misma estrategia.
Los peces abajo, la garza arriba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario