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miércoles, 4 de mayo de 2011

El Pájaro de oro.

Un cuento, de los hermanos Grimm.


Cuenta la historia que había un rey que tenía en su huerto un manzano que daba frutos de oro.
Todos los días contaban las manzanas que se iban madurando y se dieron cuenta que faltaba una, mandó el rey a su hijo mayor a investigar el asunto, pero se quedó dormido y al amanecer faltaba otra manzana.
Envió el rey a su segundo hijo y también se quedó dormido y al salir el sol volvía a faltar otra manzana de oro.
Envió por fin el rey a su tercer hijo y este vio que un pájaro de oro era el culpable de venir al amanecer a robar manzanas del árbol mágico.  Queriendo detenerlo le disparó una flecha pero solo pudo asustarlo, y el pájaro dorado al huir dejó caer una pluma.
El Padre al ver la pluma de oro quedó maravillado y mandó a buscar el ave a su hijo mayor, pero éste llegando a un pueblo encontró una taberna y al escuchar el jolgorio quedóse allí divirtiéndose y olvidó el encargo.
Al pasar los días el rey envió a su segundo hijo en busca del pájaro y del hermano.
El joven se encontró también con la aldea y al sentir la fiesta que tenían en la taberna entró en ella, encontró a su hermano divirtiéndose, pero, en vez de traerlo se unió a la fiesta.
Por fin el rey temiendo por la suerte de sus hijos envió al tercero en su búsqueda.
Se encontró el tercero en el bosque con una zorra que le advirtió de la suerte de sus hermanos y le dijo: -no caigas en la misma tentación que ellos, yo te llevaré a donde está el pájaro de oro, cuando lo encuentres lo hallarás en una jaula vieja y destartalada no se te ocurra sacarlo de ella.
El joven llegó a un castillo que le indicó la zorra, encontró al pájaro encerrado en una jaula destartalada, al lado había otra jaula limpia, "un pájaro tan hermoso no puede estar en una jaula tan sucia" -pensó- cambió al pájaro de jaula para poder llevarlo.
Entonces el pájaro pió fuertemente y todo el palacio se enteró del robo.
El rey lo condenó a muerte, pero le dijo que si era capaz de traerle un caballo de oro que era el más veloz del mundo le perdonaría la vida.
El muchacho triste se puso a llorar cuando lo encerraron en la celda.  Al día siguiente lo dejaron en el bosque y se le apareció la zorra reclamándole que no le hubiera hecho caso, pero le dijo: yo te llevaré donde esta el caballo dorado para que puedas librarte de la muerte.
Lo llevó a un palacio donde había unas grandes cuadras y  en ellas había un caballo dorado, y le advirtió: sube al caballo dorado pero ponle la silla de montar de cuero viejo, no la de oro.
El principe al ver semejante caballo, tan hermoso, dorado, de largas crínes, decidió que le pondría una silla hermosa en vez de la vieja y ajada que estaba a su lado.
Cuando le puso la silla de oro el caballo relinchó fuertemente y despertó a todo el palacio.
El monarca enfurecido también lo condenó a muerte.
Pero,-  le dijo - si me traes a una princesa  que vive en un castillo dorado te perdono la vida.
El joven nuevamente lloró su desgracia y su torpeza, el no escuchar los consejos de quien le aconsejaba bien, en este caso la zorra
Su amiga se compadeció de el y lo llevó al castillo en donde esteba la princesa, la zorra le dijo que fuera hasta ella y cuando la sintiera llorar amargamente se acercara y le diera un beso.
Así lo hizo el hijo del rey y al ver llorar a la princesa amargamente se acercó y le dio un beso, ella se asustó mucho pues no lo había oído llegar, pero al verlo a su lado se enamoró del joven y decidió casarse con el.
Hubo gran fiesta en el palacio y el padre de la joven le dijo: -contigo he recuperado al hijo que había perdido-
Entonces le contaron la triste historia que hacia llorar al reino entero, hace muchos años el hermano de la princesa del castillo dorado había sido embrujado por un mago  y nadie sabia nada de el desde aquellas.
Pasando los días de fiesta por la boda, el joven se acordó que tenía que llevar la princesa al palacio para recuperar el caballo de oro.
Nuevamente la zorra le aconsejó lo siguiente: harás lo prometido, pero cuando te despidas de todos y una vez montado en el caballo dorado, le darás la mano a todos y por último a la princesa entonces tirarás de ella y la subirás al caballo y te alejarás de allí para siempre.
Así lo hizo y llegando cerca del palacio donde estaba el pájaro de oro se apeó para hablar en el bosque con la zorra.
Esta le aconsejó.
Vete y no te apees del caballo, cuando te entreguen la jaula con el pájaro dentro vendrás a galope para encontrarte con la princesa y conmigo
Así lo hizo.
Al tener a la princesa, al caballo de oro y al pájaro, le preguntó a la zorra qué recompensa quería.
Ella le contestó.
Mátame por favor, mi vida es un suplicio, no puedo explicarlo.
Pero la princesa se puso a llorar y le pidió que por favor no la matase pues había sentido gran amor por ella sin saber porque.
El joven príncipe complacio a su esposa y dejó con vida a la zorra.
Ella le pidió cumplir su promesa
El joven le respondió: - está bien iré a buscar a mis hermanos a la aldea para regresar todos juntos a palacio y luego cumpliré mi promesa.
- Un último consejo te doy, no te arrimes al lado de un pozo.
El joven no comprendió el consejo y se fue a la aldea.
Allí encontró a los hermanos pidiendo limosna y tirados en el suelo, habían gastado todo el dinero y se encontraban en la miseria.
El hermano pequeño los vistió y les contó todas sus aventuras, los hermanos envidiosos del talento de su hermano planearon matarlo para ir al palacio de su padre y recibir sus favores.
Cuando llegaron donde los esperaba la princesa y el caballo junto al pájaro de oro, los hermanos tramaron un plan.
Fingiendo mucha sed, se llevaron al hermano menor a lo profundo del bosque y allí encontaron un pozo al que empujaron al muchacho y lo dejaron allí abandonado.
Fueron a donde la princesa y le dijeron que un lobo se había comido al menor.
Llegando al palacio todo era fiesta y alegría, los hijos del rey habían vuelto, pero el rey estaba triste pues uno de ellos había muerto atacado por un lobo y la princesa lloraba todo el tiempo, había perdido al hermano y al marido.
El caballo no comía y el pájaro no cantaba.
Mientras tanto en el bosque, el hermano pequeño lloraba su desgracia.
Apareció entonces la zorra y compadeciéndose le alargó la cola y lo subió.
Te pido que cumplas tu promesa !matame!
El joven entonces accedió y haciendo un arco con una rama delgada y una flecha se la clavó a la zorra,
Ante sus ojos se hizo el prodigio y la zorra se convirtió en un apuesto joven.
!Gracias¡ - le dijo - soy el hermano de tu mujer la princesa del castillo dorado por quien lloraba ella todas las noches.
Ambos se dirigieron al palacio y entrando por una puerta secreta se presentaron ante el rey.
Los hermanos del príncipe fueron desterrados por sus fechorias.
El príncipe vivió con la princesa del castillo de oro  el pájaro volvió a cantar, el caballo a comer, el árbol de las manzanas volvió a dar sus frutos dorados y el hermano que había sido convertido en zorra regresó al palacio de oro a gobernar el reino.

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