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martes, 22 de marzo de 2011

El Calderero: cuento popular, vivía un calderero en una aldea próxima a la ciudad de Salamanca, era muy pobre y pasaba muchas penurias junto a su familia para poder comer.
Poseía éste calderero un tocón en el patio de la casa que utilizaba para darle forma a sus calderos.
Un buen día soñó que debajo de un puente de la ciudad había un tesoro escondido.  El buen hombre confiando en su sueño se encaminó hacia Salamanca y buscó el puente del sueño durante varios dias, pero no encontrándolo se sentó cansado y aflijido a pensar en lo que había hecho, "confiar en un absurdo sueño". Estando así se acercó un vendedor ambulane y comenzó a colocar su puesto, al ver al calderero triste y meditabundo le preguntó que le ocurria, el calderero le contó su sueño un tanto avergonzado de creer en esas cosas.

El vendedor se rio en sus narices.
!Pobre tonto!, !no se puede creer en los sueños!, yo llevo años soñando con una aldea que queda aquí cerca de Salamanca en donde hay un tocón y debajo del mismo hay un gran tesoro y no se me ocurre ir a buscarlo.
Al oir esto el calderero se encaminó de regreso a su aldea, cabó debajo del tocón. y allí encontró el tesoro.
Moraleja pensante.
¿Hay o no, que creer en los sueños?.




La Luna de queso: popular, había un lobo cazando, estaba muerto de hambre y se encuentra con una  astuta zorra que le pareció apetitosa y gordita.
- !Por favor no me coma! - le dijo la zorra, que estoy muy flaca, tengo crías y me están esperando en mi cubil.
- A mi me pareces gordita y sabrosa -
La zorra pensó a toda velocidad y le dijo:
- ¿Porqué no come queso? aquí cerca hay un lugar donde guardan queso y así saciará su hambre
- Hum - dijo el lobo - un buen queso quizás me saciaría.
La zorra lo llevó hasta donde había un pozo con dos cubos de contrapeso para sacar agua, se asomó y allí en el agua se reflejaba la luna y así tal cual, parecía un enorme queso.
- !Mire allí esta el queso!, ¿no es grande?
- !sí, si que lo es!, - contestó el lobo relamiéndose - baje ud y súbalo.
La zorra se metió en el cubo y haciéndolo subió el cubo que estaba abajo.
Desde lo profundo del pozo le gritó al lobo - !qué no puedo con el queso, es muy grande, baje ud señor lobo que es mas fuerte que yo!.
!ah, torpe zorra! - dijo el lobo - se metió en el otro cubo y como era mas pesado y grande bajó al pozo haciendo subir a la zorra.
al verse libre la zorra huyó a toda prisa dejando al lobo auyando dentro del pozo.





La moneda de !ay¡: cuento popular, había un hombre rico dado a burlarse de sus vecinos, criados, y amigos. Tenía un panda de seguidores que le reían las gracias. Vivía en casa de este señor un criado humilde y analfabeto, al que habían escogido en esa oportunidad para que fuera el blanco de sus gracietas.
El señor lo mandó llamar al salón y dándole dos monedas le dijo: vas al mercado y me traerás, una moneda de uvas y otra de ay que es un fruto exótico.  El criado se quedó con cara de asombro, jamas había oído hablar de semejante fruta.  Salió de la sala y se encaminó al mercado.
Obviamente las uvas las encontró al momento, mas el ay, puesto por el que iba, puesto que se carcajeaban del pobre, que a pesar de dar explciaciones de que era un fruto de ultramar, nadie ni lo conocía, ni había oído hablar de semejante fruto.  Cuando se dio cuento de la mofa del señor, se fue al campo y metió cardos en la bolsa de las uvas.
Al llegar a la casa todos los amiguetes estaban con la sonrisa en la boca.  ¿Has traído lo que te pedí? -preguntó el señor con severidad- claro mi señor, está todo en la bolsa - respondió el criado, - la cara de los presentes mudó en asombro.
El burlón metió la mano en la bolsa incrédulo de lo que le decía el criado y claro se pinchó con los cardos exclamando !aaaay¡
Las uvas están debajo, - le dijo el criado. -
Todos rieron la gracia e inteligencia del criado.






El abuelo, el nieto y el burro: popular, cuenta de como un abuelo y su nieto regresan de un encuentro, y como es lógico y normal, a veces van caminando, a veces se monta el nieto en el burro y a veces el abuelo, pero, (siempre hay un pero) lo simpático del tema viene en los diferentes encuentros que van teniendo con los viandantes que se cruzan por el camino...y así, uno llama al abuelo sinvergüenza al verlo subido al burro mientras el nieto va caminando, otro llama al nieto desconsiderado al verlo subido al burro mientras el abuelo camina y otro los llama tontos al verlos caminando a los dos mientras el burro va sin carga....en resumidas cuentas que no le dan gusto a nadie.




 El lazarillo de Tormes:  autor anónimo, existen varios lazarillos, escritos después de éste que nos ocupamos aquí, en esos otros se van dando explicaciones o rutas de viaje para conocer los lugares en que se basan las anécdotas de los otros lazarillos....pero el de Tormes que es el que vamos a explicar es de Salamanca (el río Tormes), cuenta la historia de un niño pobre que tiene que servir a varios amos para poder sobrevivir, está escrito de manera epistolar, es decir a forma de cartas que se van enviando a alguien narrando su vida. No es un cuento, pero si es, una narración destinada a conocer la vida y sus circunstancias, el lazarillo nos muestra como en la época en que se narra era el diario convivir y la sobrevivencia del lazarillo y de los amos a los que sirve. Es crudo pero a la vez divertido, es cruel pero a la vez humano....es como la vida misma, con altos y bajos, con sonrisas y lágrimas.












Los cuentos de la Alhambra: Washington Irving, recopila en este libro los cuentos que fue escuchando sobre la Alhambra y todas las leyendas que sobre ella y los moros se narraban en Granada. Irving, fue agregado de la embajada de Estados Unidos en España, aprovechando esto, el autor viajó por el país, hospedándose en varios lugares emblemáticos de la geografía española, se enfrascó en las bibliotecas de los lugares que visitaba, El Escorial, Granada..... tuvo el privilegio de vivir en La Alhambra, tras recopilar mucha información escribió varias obras sobre España y sus historias, pero la mas conocida (sobre nuestro país, porque tiene otros títulos) son, Los Cuentos de la Alhambra.




¿Quién le pone el cascabel al gato?: Lope de vega es el autor de esta fabula.  Como podemos ver en la ilustración de Dore, los ratones (allí había montones) cansados de la persecución del gato de la casa, se reunen en asamblea, meditan y meditan y tras mucho meditar, uno de ellos tiene una maravillosa idea, ponerle un cascabel al gato para que, con muchísima lógica cuando el gato venga a buscarlos haga ruido con el cascabel y los ratones puedan escaparse con tranquilidad y no llevar esa vida que tienen hasta el momento de sobresaltos, sustos y ataques al corazón....pero, claro, la idea es maravillosa, sin embargo, ¿quién será el valiente que le pondrá el cascabel al gato?







 
Platero y yo : esta belleza es obra de Juan Ramón Jimenez, os cuento que desde que leí hace mucho tiempo "Platero y yo", mi imagen de los burros cambió desde entonces, siento por ellos una ternura.... y es gracias a la descripción que hace Juan Ramón jimenez de Platero.


Don Quijote: Aunque no es un cuento, hay adaptaciones de esta magnífica obra para niños. Todos conocemos la vida de este hidalgo de Miguel de Cervantes, pero para quien no la conozca os cuento que Don Quijote pierde el seso de tanto leer novelas de caballerías, y un buen día decide salir a recorrer el mundo y hacerse "el" mismo caballero andante y salvar princesas y matar gigantes y monstruos que ve allí donde no existen....sus andanzas están llenas de encuentros hilarantes entre el hidalgo, su rechoncho escudero Sancho Panza, ( un gordinflón que hace honor a su apellido) y las pobres gentes con las que se encuentran, que quedan atónitos ante semejantes personajes.

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