El soldadito de plomo: Andersen.  Un niño es obsequiado con un puñado de soldaditos de plomo, a uno de ellos le falta una pierna (por defecto de fábrica).
La hermana tiene una bailarina también de plomo con la que juega muy a menudo.
Por las noches los juguetes cobran vida, y el soldadito y la bailarina se enamoran.
Una tarde tormentosa el viento hace caer al soldadito de plomo a la calle y es encontrado por unos niños que le hacen un barquito de papel y lo ponen en la corriente de agua, el barco y el soldadito caen por la alcantarilla, y las ratas tratan de comerse al soldado, pero la corriente lo arrastra hasta el mar, y allí un enorme pez lo engulle.
Unos pescadores que faenan pescan al pez, y !prodigio!, la cocinera de la casa al comprar el pez y querer limpiarlo encuentra al soldadito de plomo y se lo regresa al niño que contento lo vuelve a colocar encima de la chimenea al lado de la bailarina.
Hay un juguete malvado que envidioso del amor del soldado y la bailarina los empuja hacia las ascuas  y allí empiezan a derretirse.
El niño al sentir el olor los saca corriendo de su penuria y !maravillas del amor!, las bases del soldadito y la bailarina se han fundido formado un corazón, y desde entonces están unidos.







Riquete el del copete: Perrault.  Una reina tiene como heredero a un hijo tan feo y mal hecho que pide a las hadas que le concedan algún don, y éstas le conceden el don de la sabiduría otorgándole por encima la condición que de a quien ame automáticamente será inteligente también.
Al niño le ponen Riquete, y cuando va creciendo le apodan el del copete pues tiene una cresta de pelo que es indomable.
En un reino cercano nace una princesa hermosísima pero atolondrada, las hadas le conceden el don de que cuando se enamore concederá la hermosura a su enamorado.
Al crecer Riquete oye hablar de la hermosa heredera y se encamina hacia el bosque para verla en secreto, pues en su inteligencia comprende que alguien tan hermosa se enamore de él que es feo y malhecho.
La princesa a su vez pasea por el bosque triste pues es la risa del reino (a hurtadillas) por su torpeza.
Se encuentran Riquete y la princesa y le declara su amor, al momento la princesa se vuelve inteligente, y al ver a Riquete tan deforme le pide tiempo para responder a su propuesta.
Al volver a palacio todos quedan maravillados de lo sabia que de pronto se ha vuelto la torpona.
Se corre la voz por los reinos cercanos y llueven los príncipes, para casarse con la hermosa joven, pero, la inteligente princesa no encuentra razonamientos en sus pretendientes, a los que ve simples, monótonos y cansinos en sus conversaciones.
Meditabunda regresa al bosque y vuelve a encontrarse con Riquete que se había quedado allí esperando la respuesta.
Ella no se acuerda del incidente en que se volvió sabia, y mantiene una conversación con Riquete al que a medida que transcurre el rato de encuentro lo va viendo cada vez mas hermoso, sabio, inteligente y con quien puede mantener una conversación sin aburrirse.
Dicen que en ese momento Riquete se convirtió en un hombre hermoso, otros dicen que siguió igual de deforme pero la hermosura la llevaba por dentro.








Piel de Asno: Perrault, aunque está recopilado por él, es un cuento que viene de oriente.  Narra la historia de un rey que ha enviudado, obsesionado en casarse con la mujer más hermosa del reino, por desgracia para la princesa, "su hija", el padre decide que es ella la elegida.  Para evitar semejante horror, le pide imposibles al padre; un traje como la luna, otro que brille como el sol, y por desventura el rey cuenta con unos sastres capaces de todo.  Desesperada, la muchacha le pide como traje la piel del asno, maravilla del reino, pues en su pesebre en vez de excrementos hay oro cada mañana. El rey loco, decide acceder y mata al burro dándole a la hija su piel para que se cubra con ella. La princesa huye del reino tapándose con la piel de borrico ocultando de esa forma su belleza.
Llega a una granja y para pasar desapercibida se ocupa de los trabajos mas penosos, siendo el hazmerreir de los demás sirvientes.
¿Quién puede ocultarse bajo la piel de un asno? solo alguien despreciable.
La princesa acepta su situación y vive en la cochinera ocultando su belleza.
Tiene un hada madrina que hace aparecer sus trajes de oro y de sol, para que no olvide su condición real.
Un buen día aparece por la granja un joven que resulta ser el príncipe, intrigado mira por el ojo de la cerradura y ve a la mujer mas hermosa que jamás hayan contemplado sus ojos (pues la princesa estaba sin su piel de asno) y queda tan prendado de ella que enferma de amor.
Para sanarse pide que la joven que vive con los marranos le haga un pastel y solo así se sanará.
Asombrados todos, le piden a piel de asno que elabore el pastel y la joven sin querer, deja caer en la masa un anillo.
El príncipe viendo en el gesto una picardía de amor, pide casarse con la joven a la que le encaje perfectamente el anillo.
Empiezan a pasar por el palacio todas las muchachas casaderas del reino y evidentemente a nadie le queda el anillo de marras.
Por último mandan llamar a piel de asno, que aparece cubierta con su atuendo y el asco y la repugnancia es el gesto de los presentes, sin embargo cuando la princesa alarga la mano para que le coloquen el anillo, se le cae la piel de asno y todos quedan pasmados ante tanta belleza.
Hay boda real, con paseo en carroza y todo.